viernes, 23 de julio de 2010

Progress

La vegetación característica del Norte Chico corresponde a un matorral abierto de arbustos bajos, un tapiz de hierbas de primavera y predominio de cactus. A medida que se avanza hacia el norte (Vallenar-Copiapó) los arbustos se van haciendo cada vez más pequeños, la cubierta de hierbas desaparece y el suelo se presenta desnudo. Pero si en invierno cae una cantidad de agua superior al promedio anual, este paisaje árido se transforma en un espectáculo único y de sorprendente colorido, en que cientos de semillas, bulbos e insectos, que permanecen ocultos bajo tierra, brotan a la vida con exuberancia y generosidad, es el llamado Desierto Florido.

“¿Quién repartió conducto al turbión, y camino a los relámpagos y truenos, haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre, para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer brotar la tierna hierba?” (Job 38:25-27)

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto día. Así fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes. Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho; y reposó en el día séptimo de la obra que había hecho. Y bendijo Dios el séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho.” (Génesis 1:31 – 2:3)
Seis veces en este pequeño pasaje se recalca la idea de que la obra de la creación estaba concluida. No quedaba algo pendiente, no hubo ninguna omisión ni olvido. No había una parte que no coordinara armoniosamente con las demás. “Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.”
Este suceso llamado Desierto florido es un espectáculo sin precedentes. Como cada cosa creada no se le puede comparar, solo nos queda la opción de admirarnos y enmudecer ante tan maravilloso paisaje.
La crudeza del clima desértico es única, pero solo bastó un poco de agua para que dejara ver aquellas cosas que tenía ocultas. Aquello tan árido ahora luce blanco y verde, aquel paisaje tosco se vistió con la mejor tenida, aquel camino tedioso se torna un espectáculo.

¿Qué necesita tu corazón para que deje de ser árido? ¿Qué necesita tu vida para que florezca la felicidad? ¿Qué hace falta en tu vida para que puedas hacer feliz a otros con tu sonrisa?
Dios creó todo perfecto, no faltó nada, quedó todo terminado en seis días. También tiene las soluciones para tu vida, puedes ser feliz dejando que Él haga llover su gracia sobre ti, que puedas beber del agua de la vida que Él te ofrece. (Juan 4: 14 en adelante)
Al hacer clic en la foto podréis ver la basura entre las flores, las torres de alta tensión y la antena de telecomunicaciones en el cerro. El "progreso" de nuestra "sociedad" ha dejado marcas en la naturaleza, la intervención humana es visible en casi cualquier lugar. Dios creó todo perfecto, perfecto para ti y para mí. También a nosotros nos creo perfectos, pero el "progreso", al igual que en el desierto, deja marcas y traza surcos en nuestro corazón. El desierto no tuvo la opción de decidir que torres le colocarían, o de que colores seria la antena de telecomunicaciones; tú si puedes decidir que dejar crecer en tu corazón, pídele el agua de la vida a Dios y riega la fe, la virtud, el dominio propio, la paciencia, el afecto fraternal y el amor...